Para compartir un poco entre sueños, ideas, pensamientos y reflexiones
viernes, 21 de octubre de 2011
Ya no estas y no te supe escuchar
Que bendición es tener consciencia y lucidez para meditar,
no solo en nuestras necesidades;
sino también en las de quienes hacen vida
en la constante e indetenible cotidianidad del día a día.
No se trata de apego, acciones o afecciones,
se trata de valorar cada instante o circunstancia que Dios nos permite;
esa cercanía que en algunos momentos sentimos prescindible y
que por una u otra razón, relegamos al olvido;
alegando ocupaciones o por temor dejamos al tiempo y
nos alejan de las cosas que asumimos de menor importancia,
pero que en algún momento llegamos a extrañar,
sin darnos cuenta que de una situación, una sonrisa,
un abrazo, un consejo, un recuerdo, un comentario,
un apretón de manos, el trinar de un pajarillo al amanecer,
ver la luz de un nuevo día, respirar el aire fresco de cada mañana,
el vuelo de una mariposa, el colorido de las flores,
disfrutar una noche estrellada y de tanto que nos perdemos;
cuando esas pequeñas cosas, que son las que realmente le dan sentido a la vida y
que en algunos casos nos damos cuenta de su importancia cuando ya no están presentes.
Tomemos de esas pequeñas cosas grandes enseñanzas y seamos agradecidos con el Todopoderoso por su gran bondad.
Meditemos cuanto merecemos y cuanto somos capaces de dar. Alguien dijo en una oportunidad
“Ya no estás y no te supe escuchar”….gccc
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