Matices del Alma

Aprendí que la vida se lleva de acuerdo a la realidad palpable y tangible; sin embargo no podemos negar que las expectativas siempre están presentes en nuestros pensamientos. Por lo tanto, si se hacen reales fortalecen la energía vital, nos vuelven incansables; se siente como tomar una bebida energizante . Cuando no se materializan; nuestra imaginación empieza a crear, soñar y viajar en pensamientos extraordinarios e ilusiones que tejen a nuestro alrededor mucho ánimo y seguridad. Se siente maravilloso. Esas posibilidades nos hacen sentir inagotables porque van detrás de un ferviente deseo por lo real y aunque pueda llegar a crear falsas expectativas; siempre va a existir la posibilidad; por lo tanto, no esperemos que la vida nos de más o menos; porque no sabrémos cuanto es más o cuanto es menos si no nos atrevemos a avanzar responsablemente. Nunca tuve expectativas de lo que mis padres debieron o no; hacer conmigo porque hasta donde entendí; en mi niñez era yo quien debía procurar ser, hacer lo mejor y al máximo. Con el tiempo comprendí que las ideas y la concepción que tienen otras personas de la vida son las que en mucho nos pueden lastimar, ayudar a mejorar o incluso a cambiar porque estás no pertenecen a nuestra realidad. Es allí donde se afianzan el amor, la confianza y la cercanía a Dios. Un hábito que requiere de fe constancia y esperanza para funcionar. Si dejamos de persistir, el hábito se desvanece. Es por eso que alejarnos de Dios nos hace cometer más errores aún. Cuando nacemos, somos de palmas abiertas, una hoja en blanco; presta para escribir una historia pero una historia verdadera; donde no se borra ni se sustituye el dolor, sentimientos, emociones, equivocaciones. Donde no existen matices.

Nada artificial. No puedes suprimir los hechos, cada suceso llega a formar parte de la Vida. Puede que sea como un río caudaloso y que hasta puedan cambiar su rumbo pero en cualquier momento de la vida vuelve a tomar su propio cause....gccc